CHOQUE ANAFILÁCTICO POR PROCESIONARIA DEL PINO


Cada año, tenemos numerosos casos de reacciones alérgicas producidas por la procesionaria del pino (Thaumetopoea pityocampa). Por este motivo, hemos creído conveniente informar del grave problema que supone el contacto con esta oruga.


Cuando nos acercamos a la primavera y, con la subida de las temperaturas, las orugas bajan de los pinos (esas bolsas blancas en las ramas que vemos a menudo) para enterrarse y hacer una crisálida. Hacia julio, esta se convertirá en mariposa. Durante este período de migración, cuando se desplazan en forma de filas o procesiones, es cuando son más peligrosas, puesto que son altamente venenosas.

La curiosidad de nuestras mascotas por estos insectos puede ser un grave problema. Estas orugas están cubiertas por unos pelos que contienen una toxina. Cuando nuestras mascotas las olfatean o juegan con ellas, rápidamente les produce un gran picor, inflamación, urticaria, úlceras y hasta necrosis (muerte) de la zona afectada. Nos podemos dar cuenta, ya que la zona del morro e incluso la lengua empiezan a hincharse, e incluso podemos observar excesiva salivación y vómitos. Si afecta a la zona de la glotis puede producir asfixia, puesto que la entrada de aire a los pulmones se ve comprometida. Los pelos de estas orugas, con el viento, pueden volar y si contactan con los ojos, pueden producir conjuntivitis (tanto a animales como a personas).

Por estos motivos, se trata de una URGENCIA y es vital acudir a un centro veterinario lo antes posible. Antes, se puede lavar la boca y lengua con agua y bicarbonato (sin frotar, para intentar no romper los pelos), puesto que esta mezcla inactiva parcialmente la toxina. 
Nuestra recomendación es que durante los meses de febrero hasta abril, evitéis en la medida de los posibles paseos por pinedas.

Equipo veterinario de Arovet.