VETERINÀRIA HOLÍSTICA

Nos encontramos con que mucha gente nos pregunta qué es eso de la veterinaria holística. Vamos a intentar explicar un poco cómo entendemos nosotros el término holístico. Si miramos el significado de esta palabra en el diccionario encontramos: "Doctrina que propugna la concepción de cada realidad como un todo distinto de la suma de las partes que lo componen." La ciencia moderna y la medicina occidental alopática, sea humana o veterinaria, concibe los organismos como un conjunto de sistemas: sistema nervioso, digestivo, óseo-muscular, respiratorio, endocrino… Así nos lo enseñan en las facultades y así lo hemos aprendido. Cada sistema está constituido por órganos que pertenecen a ese sistema por tener una función relacionada. Dentro del digestivo, por ejemplo, tendríamos el estómago, las glándulas salivares, el páncreas, etc. Los órganos están compuestos por tejidos similares y estos a su vez están formados por un conjunto de células relacionadas en su origen, forma o función. Es decir, somos unas máquinas complejas constituidas por circuitos y piezas más pequeñas que a su vez están formadas por otras piezas y circuitos aún más pequeños y así sucesivamente hasta llegar a niveles moleculares. Si sumamos todos esos circuitos, todas esas piezas, todos esos sistemas… obtendremos un organismo completo, un individuo. O quizás no… porque ¿realmente solamente somos un conjunto de sistemas, órganos y tejidos? Recuerdo en un capítulo de la serie Breaking Bad en que el protagonista, un químico brillante y su novia, se dedican a contabilizar en porcentaje los elementos químicos que componen una persona y calcular el total de su peso molecular. Y no les sale el total del 100%. Les falta un pequeño porcentaje que ella propone que sea el alma. Pero el alma no se puede cuantificar químicamente, ni tiene peso molecular, ni está compuesta por elementos conocidos. ¿Significa que no existe? El término holístico define al individuo como algo más que una suma de sistemas, órganos, tejidos y células. Somos algo más de lo que conocemos y de la interacción entre nuestro cuerpo físico y ese algo más, se generan procesos saludables o enfermedades. La medicina holística trata de tener en cuenta, a la hora de sanar, los orígenes no físicos de las enfermedades. Hoy en día ya se tienen en cuenta factores psíquicos o mentales, como el estrés, para justificar la aparición de ciertas patologías. Pero estos factores reconocidos son únicamente una pequeña parte de los que realmente deben existir. Llegará un día en que conoceremos muchos más, los aceptaremos como válidos y sabremos cómo modificarlos para que nuestro cuerpo físico no se resienta. Desgraciadamente, es una medicina más lenta y que requiere un esfuerzo mayor por parte del enfermo y eso, en nuestros tiempos, es difícil de conseguir. Si tenemos hipertensión, preferimos ir al médico y que nos recete pastillas “para la tensión” a cambiar nuestros hábitos de vida, de alimentación, de trabajo, de pensamiento, … Simplemente, porque es más sencillo, fácil y no requiere tanto tiempo. ¿Pero es igual de eficaz a largo plazo esa manera de actuar? Y ¿no sería la mejor opción averiguar qué hábitos de vida y de pensamientos debemos cambiar y apostar por ello a la vez que las pastillas hacen su trabajo? Quizás así llegue el momento de poder prescindir de la medicación ... Y de eso se trata. Eso es lo que intentamos. Utilizamos la veterinaria alopática para hacer un stop en el proceso, atacándolo rápido y de frente una vez la enfermedad se ha instaurado y, sobre todo, cuando la integridad física del animal nos preocupa. Pero intentamos entender cuál es el verdadero problema de fondo, única manera a nuestro entender de evitar recidivas. Y esa es la veterinaria en la que nosotros confiamos: alopática + holística. No en vano se nos dio conocimiento de ambas …